No es extraño que seas el amanecer
que arriba en plena noche,
la voz del viento que se registra entre susurros
y se siente en la piel, sólo con tus gemidos,
Ya nada llama mi atención
cuando eres capaz de anidar en mi pecho
y quedarte en el,
aun con nuestros cuerpos separados por la distancia,
Y la vida, entonces, se recrea, renace, se hace mas fuerte,
como si volviese por el corazón de los laberintos del tiempo,
o como si ella fuera el mismo sentido
de esa inamovible estación,
No es extraño que traigas en tu palabra
la fértil madre de La pampa,
las lagunas de las brisas tibias,
o el aroma que fluye del absoluto silencio,
Nada puede ya,
captar la mirada,
tocar el pensamiento,
penetrar en el fuego,
herir mi inconsciencia,
o besar los indomables egos,
porque lo sembraste todo,
porque tu eres el mismísimo sueño.
Y caminas como desnuda,
liberada de piedad -sólo como la verdad-
tus huellas dibujo
antes aun,
de volver a volar.
de ser y estar,
de poder amar.
De " La diosa camina por La pampa"
Hugo Del Portal (2016)
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