Mil formas
Tengo mil formas
de quererte,
sentirte,
respirarte,
dejar que me besen
los labios de tus miedos,
ceder a la fuerza
de tus palabras ciegas,
mecerme entre
tus danzas sobre el viento,
o entre tus sueños
que sostienen ciertas calmas,
Intuyo que tras
los ojos de tu niña,
esa criatura interna,
tan sutil y tan callada,
se esconde una mujer
deliberante,
efervescente,
apasionada,
que directa,
y sin ambages,
se come al mundo
con el permiso de los dioses,
y todo esto,
que me hace sublimarte
-en el tiempo sin espacios
o en los reflejos del espejo
en donde,
sin descanso,
busco mi mirada-,
son como millares
de maneras de quererte
que no alcanzan,
que no me sirven,
porque a la flor de la libertad,
que es tu estandarte,
únicamente
se le contempla
no se le arranca,
ni se le ata,
se le deja volar
como a las hadas,
como a las palabras,
como a las olas de la nada.
HUGO DEL PORTAL
De "sin razones para tipos razonables"
Tengo mil formas
de quererte,
sentirte,
respirarte,
dejar que me besen
los labios de tus miedos,
ceder a la fuerza
de tus palabras ciegas,
mecerme entre
tus danzas sobre el viento,
o entre tus sueños
que sostienen ciertas calmas,
Intuyo que tras
los ojos de tu niña,
esa criatura interna,
tan sutil y tan callada,
se esconde una mujer
deliberante,
efervescente,
apasionada,
que directa,
y sin ambages,
se come al mundo
con el permiso de los dioses,
y todo esto,
que me hace sublimarte
-en el tiempo sin espacios
o en los reflejos del espejo
en donde,
sin descanso,
busco mi mirada-,
son como millares
de maneras de quererte
que no alcanzan,
que no me sirven,
porque a la flor de la libertad,
que es tu estandarte,
únicamente
se le contempla
no se le arranca,
ni se le ata,
se le deja volar
como a las hadas,
como a las palabras,
como a las olas de la nada.
HUGO DEL PORTAL
De "sin razones para tipos razonables"
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